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Carolina Ceroni

“Elegimos la educación Montessori para nuestros niños porque nos importaba que se les tratara con respeto, como seres humanos dignos y capaces de hacer cosas maravillosas a pesar de ser pequeños. Nos gustaba la mirada de no hacer por ellos lo que pueden hacer por sí mismos. De nuestro cole, nos gusta la sensación de confianza y seguridad de que nuestros niños están en manos amorosas, respetuosas y que realmente los ven, como legítimos otros, parafraseando a Humberto Maturana. Elegimos el cole, sobre todo, por la calidad humana de las profesoras, su calidez, el amor que ponen en cada detalle, su presencia y por el vínculo de seguridad que nuestros niños han construido con ellas”.

Irene Alarcón

“Elegimos EducoMontessori para nuestra niña por muchas razones. La pedagogía funciona adaptándose a cada niño en función de sus ritmos e intereses, por lo que aprenden muchísimo disfrutando del proceso. Las guías trabajan desde la crianza respetuosa, estableciendo límites desde el cariño, como intentamos hacerlo en casa. Todo el cole está súper cuidado, así como las actividades que preparan. No se me ocurre un sitio mejor para que mis hijos crezcan en estos años tan importantes”.

Inmaculada Ortiz

“Ha sido un gran acierto elegir este colegio para nuestros hijos. Se apoya en un método de aprendizaje intuitivo, basado en la exploración, centrado en el niño, que promueve su independencia y a la vez desarrolla sus habilidades sociales. Ello permite un conocimiento de las materias integral y duradero y les da herramientas para su vida en sociedad. La comunicación entre el colegio y la familia es fluida, y cuenta con grandes profesionales que acompañan a la familia en el proceso de crecimiento del niño”.

María José Arreaga

“Puedo hacer una lista, que sería muy larga, de las razones por las que recomiendo EducoMontessori. No solo cumplen con la metodología como debe ser, pero lo más importante, lo hacen desde el corazón. Lo difícil que es encontrar esto hoy en día… Enseñan con tanta paciencia y amor, a tal punto que mi hijo con 6 años me ha llegado a contestar en situaciones del día a día en casa, de una manera tan amorosa: “cada uno a su ritmo”. ¡Wow, me emociona cada vez que lo escucho! En resumen, puedo decir, aquí se enseña como bien lo dijo María Montessori, respetando los ritmos de cada niño, con amor, paciencia, “educando para la paz”, y esto se refleja al hablar con sus fundadoras, conociendo cada ambiente del centro, viendo a sus alumnos salir con una sonrisa. Estoy sumamente agradecida de lo que este centro ha enseñado a mi hijo, que estoy segura, han sido enseñanzas para toda la vida”.