La meditación, una herramienta para la educación emocional

Hace pocos días hemos asistido al Congreso de Educación Emocional organizado por ASEDEM (Asociación Española de Educación Emocional) y celebrado en la Universidad Pablo Olavide en Sevilla. Un congreso muy interesante y necesario a partes iguales, que contó con una grandísima acogida gracias a la participación de grandes profesionales, entre otros, José Antonio Sánchez Medina, Begoña Ibarrola, Rafael Bisquerra, Ana Peinado, Carlos Hue, Andrés París, Leticia Garcés, Esperanza Meseguer, Ana Forés, Alma Serra y Nazareth Castellanos; y gracias también, al gran interés de las personas docentes que asistían porque sienten la urgencia de acometer una educación más humana y respetuosa con la infancia. Todas y cada una de las intervenciones de los ponentes que participaban fue un auténtico regalo para los asistentes, sin embargo, nos gustaría resaltar la intervención de Nazareth Castellanos en este congreso.

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Nazareth Castellanos es licenciada en Física teórica y Doctora en Neurociencia. Actualmente es la directora del proyecto de investigación “Interacción Cerebro-Cuerpo durante la meditación” que se desarrolla en la Universidad Complutense de Madrid. Ella nos habló en su ponencia de la necesidad de la meditación en las aulas, centrando su discurso en tres aspectos fundamentales: La alimentación, el movimiento y la respiración.

En cuanto a la alimentación destacó la importancia de la ínsula1 y la microbiota2 en el crecimiento neuronal. La microbiota está en la piel y principalmente en el intestino. Si la alimentación es variada, la organización de la microbiota es favorable para el sistema inmune y nos ayuda a estar mejor. Pero, cuando en ésta hay un desequilibrio (por medicación, exceso de azúcares, escasez de frutas y verduras, etc.) se pueden generar ansiedad, estrés, irritabilidad y otras enfermedades. Este desequilibrio está relacionado con la inflamación, estados de ánimo y comportamiento. La microbiota se relaciona, por tanto, desde hace tiempo con el sistema metabólico y endocrino, pero las últimas investigaciones constatan que también actúa en el sistema inmune y nervioso.

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Cerebro e intestino están unidos por el sistema nervioso autónomo. El crecimiento neuronal depende del intestino ya que cuando se crea el soma (digamos que sería el nacimiento de la neurona) necesita de factores neuroquímicos para crecer y no morir y estos factores neuroquímicos dependen también del equilibrio de la microbiota. Por lo que Nazareth concluye que la memoria, el comportamiento, el estado de ánimo o la atención, así como el desarrollo cognitivo, fundamentales en el aprendizaje, están directamente relacionadas e influenciados según sea la alimentación.

Por otro lado, Nazaneth cuenta cómo el movimiento, ayuda también a equilibrar la microbiota actuando positivamente en esta. Caminar, bailar, el ejercicio físico, son actividades unidas al ser humano como tal y no el sedentarismo atroz que se viene dando en nuestra sociedad y, por extensión, en nuestros niños y niñas. El sedentarismo hace que la microbiota sea menos variada y equilibrada, sobre todo, menos cooperativa con nuestro bienestar. Por otro lado, nos habla de la importancia de que las personas podamos aprender a sentir nuestro cuerpo. Antonio Damásio sostiene: “Siento, luego yo existo”, llenando de otro significado el famoso “Pienso, luego existo”. Damásio defiende que si sabemos reconocer que sentimos nuestro cuerpo (interocepción), tomamos mejores decisiones.

El movimiento, está relacionado con el sistema nervioso, de forma que simplemente un paseo, puede bajar el estrés en la ínsula. Estar tanto tiempo sentados para cumplir los actuales currículos educativos de la forma tradicional, no favorece la corteza somatosensorial porque somos seres diseñados para el movimiento y no se puede seguir el principio de integración cerebral, que tiene el objetivo de hacer que ambos hemisferios trabajen de manera conjunta para resolver los conflictos, ya que al activar ambos hemisferios se produce un cambio de perspectiva y la persona cuenta con más recursos para hacer frente a los problemas. La doctora Nazareth Castellanos afirma que “el día que hayamos entendido el movimiento, habremos entendido la emoción”.

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Y si la alimentación o el movimiento ayudan a la limpieza del cerebro, a más corto plazo, casi de forma inmediata, también lo hace la respiración. Podemos cambiar nuestra respiración en tan solo 5 segundos y además es un proceso sobre el cual tenemos mayor consciencia. El corazón es el órgano que más influye en el cerebro y éste se acelera o ralentiza con la respiración, así que podemos influir en él. Del mismo modo, los latidos de los corazones de dos personas cerca la una de la otra, se influyen entre sí, llegándose a cambiar levemente sus ritmos y del mismo modo ocurre con la respiración. Nos corregulamos. Nuestro ser, no termina solo en nosotros, así nuestro cuerpo no acaba en nuestra piel. Los docentes debemos ayudar en la corregulación de nuestro alumnado, para ello solo respirar despacio y por la nariz ya ayuda a nuestros niños y niñas. Nazareth Castellanos dice “El mejor favor que le podemos hacer a los demás es estar bien con nosotros mismos”.

Por ello Nazareth termina su conferencia explicando la importancia de incluir en las escuelas momentos del día en los que los niños/as observen su respiración, sientan su propio cuerpo, para poder reconocer cómo se sienten en otras circunstancias y empaticen con el sentir de otros. Para ello, la meditación es una gran herramienta. La respiración en nuestro día a día y en la meditación ha de ser siempre nasal y suave. Por cada inspiración, el doble de tiempo de expiración. En la inspiración, el aire que entra por la nariz llega al bulbo olfativo, genera una pequeña electricidad que impacta en el hipocampo, favoreciendo la organización, coordinación y orden neuronal y, por tanto, mejorando la atención y la memoria.

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En EducoMontessori International School meditamos a diario, desde hace muchísimos años, y el movimiento está presente de forma transversal en nuestro día a día. La libertad de elección les permite moverse por el ambiente, trabajar en grupos, trabajar sentados o en alfombras. Disponen de mucho tiempo de juego libre en exterior y además desarrollamos un programa de desarrollo neuromotor.

1 Es una estructura del cerebro humano ubicada en la profundidad de la cisura de Silvio, lateral del cerebro.

2 Flora microscópica que reside en un organismo.

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