Las altas capacidades en los ambientes Montessori
Los ambientes Montessori son un espacio donde todos los niños y niñas se pueden desarrollar, independientemente de su condición específica, siempre que estos lugares de aprendizaje ofrezcan un trato adecuado a nivel emocional y se tengan los recursos necesarios para abordar cualquier necesidad, incluyendo las altas capacidades.
El marco legal de las altas capacidades (AACC) en Andalucía establece un conjunto de actuaciones necesarias a la hora de atender a estos niños y niñas dentro de las aulas. También nos ofrece la oportunidad de conocer qué se consideran altas capacidades, cómo detectarlas, qué planes poner en marcha y cómo informar de los mismos a los agentes educativos.
¿Pero qué ocurre realmente cuando debemos acompañar en los ambientes Montessori a alumnado con altas capacidades?
Es de sobra conocido que la pedagogía Montessori está avalada por la Neurociencia. Este hecho es una cualidad más para amar la pedagogía y es que ya la Dra. María Montessori, hace más de 100 años, desarrollaba una forma de mostrar el mundo a los niños y niñas que hoy en día va de la mano de los neurocientíficos a la hora de demostrar cómo el ser humano se relaciona con el exterior e integra esto en su ser, ofreciendo las respuestas necesarias.
Muchas de las acciones que ya se realizan a la hora de trabajar con los niños y niñas en los ambientes Montessori, en esencia, dan respuesta al alumnado con altas
capacidades. Pero si especificamos aún más y relacionamos las actuaciones que se dan en los ambientes Montessori con niños y niñas con altas capacidades desde la perspectiva de la Neurociencia, podemos hacer referencia a los siguientes puntos de intervención con el alumnado en cuestión:
– Intervención individualizada: Dada la gran variabilidad de inteligencias que se pueden dar en los niños y niñas dentro de los ambientes o aulas, es importante que la intervención educativa se adapte a las necesidades y demandas del alumnado. El maestro, en nuestro caso las guías, actúan de nexo para aprovechar el potencial del niño con un determinado tipo de inteligencia y fomentar otros tipos de inteligencias relacionadas, integrando áreas, realizando proyectos específicos u observando intereses para guiar el aprendizaje correspondiente.
– Actividades ricas y variadas: Los niños y niñas con alta capacidad parecen usar más áreas del cerebro para realizar una tarea. Es importante ofrecer actividades que estimulen diferentes áreas cerebrales, por lo que el trabajo en el ambiente se fundamenta en integrar en los aprendizajes diversos conceptos, ofreciendo actividades significativas para el alumnado, permitiendo que sean protagonistas del proceso de aprendizaje y generando autonomía en su ámbito académico y personal.
– Diferencias neuropsicológicas: Es fundamental tener en cuenta las diferencias neuropsicológicas entre el alumnado con altas capacidades y otros diagnósticos asociados a las altas capacidades. Es por ello por lo que investigar sobre las especificidades de cada niño o niña es importante para adaptar el aprendizaje y cómo éste puede llegarles de la forma más eficaz. Esto es una máxima en los ambientes Montessori.
– Metacognición: Se relaciona la alta capacidad intelectual con la metacognición, creyendo que los niños con altas capacidades tendrán un mayor repertorio metacognitivo para la gestión de sus elevados y globales recursos intelectuales. Por ello, es importante fomentar la identificación de estrategias necesarias para la resolución de tareas y la activación focalizada de las áreas cerebrales relevantes. Esto se realiza en los ambientes Montessori a través de tareas específicas de observación, organización de tareas precisas y uso de materiales específicos que desarrollan las áreas fundamentales en los niños y niñas con altas capacidades.
– Eficiencia neural: Los cerebros más inteligentes tienen mayor eficacia y un menor consumo de energía durante la resolución de tareas. Es importante fomentar la inhibición de las áreas irrelevantes para la resolución y la activación focalizada de las relevantes. A este respecto, el trabajo en el ambiente Montessori se centra en el trabajo sin repeticiones innecesarias, centrado en el objetivo preciso que queramos desarrollar.
– Identificación temprana: Es esencial identificar al alumnado con altas capacidades lo antes posible para poder adaptar su educación y apoyar adecuadamente su desarrollo. Los ambientes Montessori permiten el trabajo sin un techo específico donde los niños y niñas deban parar en su aprendizaje, con lo cual resulta interesante que puedan trabajar y desarrollarse atendiendo a sus propias necesidades intelectuales y emocionales. La observación constante nos permite detectar hitos comunes en los niños y niñas y valorar una intervención específica a través de planes concretos que tengan en cuenta las necesidades de cada uno, además de informar a las familias de nuestra percepción para realizar evaluaciones precisas que confirmen el diagnóstico y establecer colaboraciones con expertos que mejoren la intervención general con el niño o la niña.
– Aprendizaje colaborativo: Fomentar el aprendizaje colaborativo para enseñar habilidades sociales resulta importante en los niños y niñas con altas capacidades. Esto ayudará al alumnado a desarrollar habilidades importantes, cómo son trabajar en equipo, la empatía y la resolución de conflictos. La movilidad en el ambiente Montessori y la flexibilidad en el trabajo permiten realizar actividades grupales que mejoran la interacción y la comprensión social de los niños y niñas con altas capacidades.
– Uso de tecnología personalizada: Utilizar tecnología educativa personalizada para el desarrollo de habilidades cognitivas, como juegos mentales y ejercicios de memoria, que desafíen y estimulen las habilidades intelectuales del niño o la niña. Entendiendo la tecnología como un recurso educativo que ayude a su desarrollo en el ambiente Montessori basando el aprendizaje en el uso correcto de las pantallas.
– Aprendizaje autodirigido: Fomentar el aprendizaje autodirigido y enseñar al alumnado a ser aprendices independientes, fomentando que ellos planteen su propio camino y ritmo de aprendizaje. ¡Básico en la pedagogía de la Dra. Montessori!
– Proporcionar apoyo emocional: El alumnado de altas capacidades puede sentirse abrumado, aislado e incomprendido, por lo que es esencial proporcionar
acompañamiento emocional y crear un ambiente de apoyo con otros niños o niñas con los que comparten las mismas experiencias. Este aspecto es vital en el desarrollo global de todos los niños, sin distinciones, en los ambientes. Un aprendizaje personalizado que permita integrar la parte emocional de forma adecuada es imprescindible para sostener una evolución sana en cualquier niño, tenga o no altas capacidades.
– Enfatizar el proceso de aprendizaje por encima de los resultados finales: En lugar de enfatizar los resultados finales hay que fomentar el aprendizaje y el interés por el proceso en sí mismo, de manera que los niños y niñas se animen a investigar, experimentar y aprender a su ritmo. En los ambientes Montessori no existen las notas cuantitativas, sino informes cualitativos. Los niños y niñas disfrutan del proceso sin ser evaluados con números, sino en función del proceso seguido con los materiales Montessori específicos que les ayudan a seguir el proceso de aprendizaje.
¿Podrá un niño o niña que tengamos sospechas o sea diagnosticados con AACC, estar en un ambiente Montessori y aprender de forma adecuada?
Definitivamente sí. Siempre y cuando se den los recursos necesarios para abordar cualquier necesidad, un niño o niña con altas capacidades o sobre el que se tenga sospecha de ello, podrá desarrollarse ampliamente en los ambientes Montessori. De hecho, tal como hemos analizado anteriormente, según la Neurociencia, la pedagogía Montessori da respuesta a alumnado con altas capacidades de una forma totalmente adecuada.
En nuestro colegio, EducoMontessori International School, tenemos la suerte de contar con niños y niñas excepcionales y un equipo comprometido. Uno de los recursos por los que apuesta EducoMontessori International School es por la formación continua del profesorado en esta temática y trabajar de la mano de otros expertos en la materia o profesionales que hayan realizado la valoración del alumnado en cuestión y hagan su seguimiento. Nuestra máxima es atender dentro de nuestros ambientes, cualquier necesidad que los niños y niñas tengan, teniendo presente la calidad educativa e integral que perseguimos.
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